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jueves, 3 de abril de 2008

ESCRITORES Y PERSONAJES PSICONAUTAS (IV): JORGE LUIS BORGES.



BORGES Y EL PUNTO QUE CONTIENE TODOS LOS PUNTOS

Jorge Luis Borges nace en Buenos Aires el 24 de Agosto de 1899 y deja de existir físicamente el 14 de Junio de 1986 y es enterrado en Ginebra, aún cuando sus restos deberían reposar en la Recoleta argentina.

Este verano se cumplirán tres años de la celebración de su centenario. Numerosos eventos poblaron el mundo en esos días, y el escritor fue recordado y reconocido por muchos, aunque lo repudiaron en su día por sus tendencias políticas de derechas y su carácter agrio y cáustico. Sea como fuere, hoy día, es uno de los escritores más nombrados.
Entrar en el universo de Borges no es fácil. Es como recordar un sueño y tener que psicoanalizarlo. Sus temas se adentran en lo metafísico y son de perfecto iniciado. Su padre le enseñaba ya de pequeño conceptos filosóficos, y él estuvo siempre interesado en Lo Oculto.
Tradujo “Hojas de hierba” de Walt Whitman, el prólogo del I Ching y algunos cuentos de Oscar Wilde, como “El príncipe feliz”.


                   

En la biografía del porteño :“Borges a los ochenta”, afirma haber tenido dos experiencias místicas que describe de la siguiente manera:

“No puedo explicarlas, porque lo que me pasó no puede ser puesto en palabras…Me sentí avasallado, atónito. Tuve la sensación de vivir no en el tiempo, sino fuera de él. Escribí poemas sobre ello, pero son poemas normales y no pueden decir la experiencia. No puedo decírsela a ud. porque no puedo repetírmela a mí mismo, pero tuve esa experiencia, y la tuve dos veces, y acaso me sea otorgado volver a tenerla antes de morir”.


Quien haya tenido un viaje fuerte con enteógenos, se reconocerá plenamente a sí mismo en estas palabras.
“Le doy vueltas a una idea_decía también_ la idea de que; a pesar de que la vida de un hombre se componga de miles y miles de momentos y días, esos muchos instantes y esos muchos días pueden ser reducidos a uno; el momento en que un hombre averigua quién es, cuando se ve cara a cara consigo mismo.
Poco después de mi primera experiencia enteógena, (con todas sus letras y en mayúsculas) tuve el instinto de revisar a Borges.
Casi todos sus cuentos hacen referencia a “la otredad” que decía Castaneda, todos tienden hacia la magia, pero ninguno como “El Aleph”: “uno de los puntos del espacio en el que convergen todos los puntos”. Aquello está ya tan claro, que por lo que a mí respecta, no caben dudas acerca de si “Georgie” tomó 
substancias psicodélicas o no…
Era un hombre de consciencia alterada “per se”, pero como dejó ir María Kodama; su última mujer; en una conferencia, le gustaba probar “pajaritos de monte” de vez en cuando…
Este es el nombre por el que se conocen a los Psilocybe Hoogshagenii en Argentina y otras partes de Suramérica.

El personaje de “El Aleph” ,que es el mismo Borges para más Inri, es invitado debido a una serie de circunstancias al sótano de Carlos Argentino, para presenciar el punto en concreto. Éste le da a beber una pócima, y le insta a bajar y a permanecer solo en la oscuridad.
(Pg 73 “Narraciones” JLBorges)
En la misma conferencia Kodama definió a su marido como a un místico; esto es en sus propias palabras, “aquel que ha sido iniciado en los misterios gracias a lo cual tiene un conocimiento esotérico de lo divino, que le permite renacer en la eternidad”.
Otros cuentos interesantes son: “Las ruinas circulares”, “La Biblioteca de Babel”, “Funes el memorioso”, “El libro de arena” y “El libro de los seres imaginarios”; recopilación del bestiario que ha imaginado siempre la fantasía de los hombres”…

Por último, oigamos cómo se describió el gran metafísico a sí mismo:

“El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho.
El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río.
Es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre.
Es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego.
El mundo, desgraciadamente es real.
Yo, desgraciadamente, soy Borges”.



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